Estos son algunos consejos para estudiar un grado o un máster sin quedarnos varados en el camino

María del Carmen Ortega Navas, quien es la directora del Instituto Universitario de Educación a Distancia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) apunta que «Ese es el primer miedo de los estudiantes, que llegan acostumbrados al modelo de las clases presenciales», debido a que «Sigue existiendo la creencia de que estudiar online es estar solo en casa con un manual, ir después a hacer un examen y se acabó.

Pero para nada es así», de este modo lo aclara Paloma Coronado, quien es la coordinadora de másteres de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA), y que además ha pasado casi 30 años en la formación online, por lo que asegura que el avance de la tecnología ha sido «brutal».

Al enfrentarse con la metodología tradicional en conjunto con determinadas ideas que están desfasadas en relación con los sobre qué significa estudiar a distancia, tan solo logran alimentar ciertos miedos infundados.

Como una manera de contrarrestarlo, los expertos han de señalar la importancia de estar informados y aclarar todo lo que nos interesa mucho antes de comenzar, el centro y sus docentes, pero sobre todo en lo que respecta a la metodología: temario para estudiar, actividades a realizar, criterios de evaluación y en qué consiste, tiempo para presentar los trabajos y cual es el momento de examinarse, canales de comunicación con el profesor y el resto de los estudiantes. 

Aprovechar al máximo la tecnología 

La necesidad que ha surgido de hacer uso de la tecnología como una de las herramientas básica para el estudio no ha de ser un impedimento para aquellos estudiantes a distancia, aunque resulta necesario familiarizarse y llegar  a conocer la gran cantidad de recursos con los que contará en el transcurso del curso, como lo son: videoconferencias, pizarras digitales, aulas virtuales, clases en directo que luego pueden ser consultadas en cualquier momento.

La tecnología se ha encargado de darle tal vuelco a la formación online que apenas podemos recordar lo que era en sus inicios, asegura una estudiantes del foro EAE online opiniones. Esta es una aventura que tuvo sus inicios como un e-reading, más que como una experiencia e-learning, a través de documentos pdf que los profesores se encargaban de subir a las plataformas virtuales rudimentarias donde los estudiantes entregaban sus actividades para que más tarde el docente las corrigiera y publicara sus notas.

José Luis Medina, quien es delegado del rector para la investigación, innovación y mejora de la docencia y el aprendizaje de la Universitat de Barcelona (UB), explica que «La verdadera revolución apareció con los moodle y la sincronicidad virtual, que permitió interactuar en tiempo real con profesores y compañeros», todo paso «De un trabajo en soledad, con una baja multimedialidad y asíncrono se ha pasado a un trabajo colaborativo, sincrónico y con una amplia variedad de recursos».

Otra de las críticas persistentes de la educación online, es que se hace en soledad, pero nada más lejos de ello, pues también se tienen compañeros. El pensamiento persistente lleva a las personas a generalizar que, como no se acude a clases presenciales, no se tienen compañeros y los estudios se hacen muy cuesta arriba.

Los centros que ofrecen este tipo de formación señalan que «No hay estudiante más solo que aquel que está en la facultad sin poder hablar con el compañero que tiene al lado porque está ocupado tomando apuntes», así lo ejemplifica Lluís Pastor, de la UOC. Las instituciones de educación a distancia han encontrado en la figura del tutor un pilar clave al momento de  acompañar al estudiante en su periplo online.

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