Semejante al resto de actividades deportivas, la pesca es un deporte que también puede acarrear diversas lesiones y accidentes si no son consideradas una serie de precauciones y cuidados ya que no es un mero entretenimiento tranquilo. Quizás se trate de una práctica relajada, pero si se trata de la pesca deportiva, resultaría algo complicado debido a las diversas modalidades, escenarios e incluso, las diversas intensidades aplicadas por parte de los pescadores.
Riesgos
En España la pesca es considerada un deporte, incluso existen federaciones de pesca y clubes que se ocupan de la organización de competiciones en todo el país. La pesca deportiva conlleva ciertos riesgos para quienes la practican y ello se debe en gran medida, a la carencia de cuidados específicos y también a la poca toma de precauciones básicas.
Lesiones
Cuando se ejecutan distintas técnicas de pesca, es posible que se produzca una acción repetitiva al momento de lanzar el cebo al agua. Estas son modalidades bastante concretas como la pesca a mosca o la pesca con señuelo artificial, en el caso de los pescadores de Black bass, los amantes del spinning marino o de la pesca de la trucha. Es dicho acto repetitivo, se arma el brazo a fin de lanzar los señuelos lo más lejos y preciso posible, o que podría dar paso a distintas dolencias como contracturas o sobrecargas que son bastante dolorosas y que precisan de cuidados específicos para ser aliviados.
Una de las lesiones más propias de los pescadores es la epicondilitis, la que también se conoce como codo de tenista y es un dolor que se presenta en la cara externa del codo siendo provocado por movimientos repetitivos de antebrazo y codo. Otras de las lesiones frecuentes, son las dolencias en ligamentos como esguinces o roturas musculares, que podrían ser más propias de un atleta que de un pescador, pero estas son producidas por caídas y resbalones en escenarios agrestes como ríos o pantanos al caminar por orillas escarpadas o terrenos dificultosos sin el empleo de un calzado adecuado.
Accidentes
Cuando se practica cualquier deporte en la naturaleza, podría implicar diferentes peligros que se derivan del propio entorno, como una rama mal colocada, barro en el camino o una mala pisada, situaciones que pueden echar al traste una jornada de pesca que fue preparada con antelación y conducirnos al centro de atención sanitaria, para no decir a las urgencias de un hospital.
Otro de los factores de riesgo es la meteorología, y no solo se trata del radiante sol que, como se sabe puede causar estragos en una piel que no se encuentre bien protegida, sino de las tormentas eléctricas que son realmente peligrosas para un pescador deportivo ya que la mayoría de las cañas son fabricadas en carbono, y este es un gran conductor de la electricidad.
Esta es una situación que puede sonar un tanto increíble, pero no son pocos los pescadores que han perdido la vida o han resultado malheridos como consecuencia de una descarga eléctrica que ha sido producida por un rayo.
Otro accidente bastante común se relaciona con los ojos. Aunque se considere innecesario el uso de gafas de sol o polarizadas, se trata de un complemento que cumple una misión muy importante, ya que cubre de la agresión de los rayos ultravioleta, y sirve de protección ante cualquier impacto que se pueda producir contra los ojos como por ejemplo las ramas de los árboles o incluso un señuelo que salga disparado hacia la cara.